martes, 10 de abril de 2012

La responsabilidad... en esta tarde amarilla





La tarde caía mientras el sol cruzaba la calle
las hojas crujían,
Es otoño y la tarde se resuelve este día.

Y se revuelve...
Se revuelve entre pensamientos, entre dolores de cabeza,
muchas costumbres, muchos deseos, muchas rutinas de este día

Dicen que la responsabilidad es la mejor manera de ganarse el respeto de los demás, que es un complemento de las buenas costumbres, un examen oral en esa prueba de presentación personal.

Hoy no hablaré de los demás, hablaré de las veces que debí serlo, que debí definir bien la responsabilidad, ¿Si lo hiciera entonces mi madurez crecería cada día que tuviera la oportunidad de demostrarlo? No lo sé, o sí lo sé, porque no quiero poner escusas.
¿Qué pasa si tengo las manos amarradas u ocupadas, si tengo los pensamientos encerrados en esperanzas utópicas entre insultos que luego son eufemismos verracos, gandules y baratos? !Machismo! ¿Qué pasa? ¿Qué pasa si en tres extremos del camino que siempre corres acompañada o sola tienes que escuchar, tienes que hacer lo que te piden, tienes que hacerlo porque si no, no tienes nada? 
Y si pienso luego no me importa, porque solo yo tengo la respuesta, me hablará Tomasa, Hermenegilda, Juana la loca, y no me lavarán el cerebro porque no quiero simplemente, porque no quiero ser parte de esta mayoría de pensamientos flotantes sin sentido.

La loca de Juana una más entre un momento, los consejos buenos, los que te ayudan a resolver problemas, los perturbadores, los objetos concretos que duran poco, esos problemas difíciles, esos que te interesan, esos que te entretienen un viernes por la mañana cuando estás con un lapicero y un cuaderno en la mano, sola, pensando, siempre pensando en acciones que en el futuro las haces 

¡Estás loca!

Porque otros ya te lo han dicho, porque cuando quieres eres ordenada y cuando te desordenan cada día te cansas y ya no quieres serlo pero al final, ¡Sí quieres!, no son tus asuntos, porque tus asuntos están en una libreta que tiene más de diez años de sueños cumplidos con un check de visto bueno, qué risa y qué orgullo siento de tantos en esta lista de papeles y pales escritos. Juana, entre un momento eres tú y soy yo.

Ya están cerca esos días en que las decisiones serán las más importante en que al fin estés libre Hermenegilda, sí querida, a ti te hablo. Al fin podrás hacer todo lo que más querías, estar entre montañas de libros de colores con infinitas palabras de autores barrocos, filósofos, de mercaditos pomposos, de mercaditos populares, esa obras de aquél nobel chileno, ese nobel español, ese nobel peruano. A aquél indigente que sin saber escribir sabe hablar, que sin saber pensar sabe escuchar. ¡Sabe, sí que sabe!

Libros tras libros tendrás, querida, de ese mariconcito que sabe hacer prensa, que sabe investigar, que sabe escuchar ¡Oh por Dios, que es excelente haciendo crónicas!

¡Hoy Responsable!, ¡Já…! No en pensamientos, en acciones que nadie sabe porque no te entenderían, si esa novela del canal nueve es más interesante que aprender, que escuchar, porque quieres llegar más lejos de lo que piensan, ¡Oh vamos!, ni si quiera se lo han imaginado, de querer verte casada y mantenida, de ser una inútil sombra, de ser eso, nada y todo a la vez, no, no es lo mío. Lamento saber defenderme en este discurso que aprender a cocinar para ocho. ¡Mangos! No es lo mío.

Y tú Tomasa serás la más perjudicada,  ¡Querida, cuánto lo lamento! Quería decirte que hoy te dejaré, hoy te dejaré por mucho tiempo porque ya no quiero ser como tú, la que siempre está complaciendo a los demás, que aún no ha aprendido a decir que no, que tienes otras cosas que hacer, porque amas esos hobbies que  solo te quitan el tiempo, de ser responsable al fin. 
Aunque me duela decirlo, ¡Te extrañaré! 

Cada vez que te encuentre en el espejo de otras, cada vez que escriba tonterías como esta para examinarte y conducirte en la mente de alguien confundida, perdida, sin saber qué hacer. No mi reina no, deja ese lado de Teresa de Calcuta que te persigue a todas partes, la que siempre deja al final su persona, la que siempre perdona, la que siempre es soberbia y vota por el partido "Aprista", la que aconseja sin creerse una sola palabra ya que nunca lo practicó, ya que nunca escuchó a "Ollanta", sí, lo leíste ayer en tu expediente de psicología, ¿Te acuerdas, cuando vomitaste en él con palabras soeces porque no querías ser terrorista como esos congresistas? ¿Cómo no? Si funciona con otras pero contigo no, porque no te escuchas, mi alma, deja ya de ser así. 
Te extrañaré en el autobús cuando goce de los libros de Hermenegilda en la mano, y me reiré de su contenido porque no sabes cuánta razón e información tienen del mundo, me exaltaré, me excitaré de emoción de esta cultura que me persigue y gusta en todos lados, Te extrañaré mañana al amanecer cuando despierte y vea que no soy ninguna de ustedes, mis queridas amigas, queridas consejeras, sus ideas no serán más mías, las mías ya están escritas. 
Es una promesa, te extrañaré cuando me junte con la nueva, la nueva responsabilidad en esa gran lista cumplida y por cumplir hoy en esta tarde amarilla. 


@BetsyMJAPCF - twitter

2 comentarios:

Uriel Cormorán dijo...

Siempre serás tú quien atente contra ti y como dice en mi horroroscopo; la disciplina puede ser una simple técnica de supervivencia. Quien diría que esa cosas cuando no dan risa, te dejan pensando.

Betsymjapcf dijo...

Así es Caribú, es tan fácil decir a veces lo haré pero cuando tienes responsabilidades con otros eso te atrasa tanto que reniegas contigo mismo... y solo reniegas mi amigo, solo eso ;), gracias por tu opinión!

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