lunes, 20 de junio de 2011

CRÓNICAS ANÓNIMAS

Bus urbano. Una historia real



El arte fue y será  la solución para acabar
con la violencia. 
Crónicas anónimas cuenta historias  inéditas, 
asombrosas, de una realidad cotidiana en las tierras
colombianas y latinoamericanas.

Por: Guillo Caicedo
cronicasanonimas@gmail.com
De Colombia para el mundo

Hombres, mujeres, niños, ancianos, jóvenes, se mezclan en el contraste de grises y colores que sumergen la ciudad a la espera de un nuevo día de trabajo en la calle, se exponen a la contaminación vehicular, al caos de la movilidad, a las miradas distantes e indiferentes, se disponen a sobrevivir mediante el trabajo denominado informal cuyo nombre no es más que un desagravio a la lucha social que se vive en innumerables poblaciones del mundo, los llamados vendedores ambulantes. Se encuentra chicles, maní, caramelos, música, películas, confetis, frutas, bebidas, ropa, más inimaginables artículos que sirven para innumerables actividades. Los verás en una esquina, al terminar el puente o debajo de este en el semáforo, subiendo a los buses, cantando, cantando, vendiendo. Son millones y tan solo unos pocos cuentan con el derecho a salud, los demás se limitan a esperar no enfermar, laboran para alimentarse y alimentar a los suyos, pagar un arriendo, transportes, colegios y deudas. En Colombia algunos políticos los quieren sacar de las calles, ya sea por exigir el espacio público o porque no pagan impuestos al estado por vender en la calle, el asunto es qué hacer con esta calamidad, siempre los honorables de corbata perjudicando a los más necesitados. No será fácil que dejen su trabajo y si lo hacen de todas maneras necesitarán de otra labor para subsistir, algunos entrarán en desespero y encontrarán en la delincuencia un espacio donde tendrán cabida, otros sin embargo, seguirán buscando no ser eliminados en la carrera por sobrevivir de una manera digna.

En Colombia existe un conflicto armado, que parece de nunca acabar, desde las supuestas independencias los colombianos se matan entre sí, unos con Bolívar, otros con Santander, liberales contra conservadores actualmente aliados, guerrillas vs ejército, policía, y paramilitares sumados a la clase adinerada del país que se ha encargado de que la equidad solo sea una utopía, casi todos narcos, asesinos, delincuentes y corruptos, todos ellos contra el pueblo, contra la gente inocente que no merece vivir en la pesadilla de la guerra, donde estos serán los más perjudicados.

Cada día llegan a las diferentes capitales del país, cientos de desplazados por la violencia, aumentando el número de personas en las aceras en pro del rebusque; campesinos, indígenas, abuelos, y niños abundan en las calles mendigando a gritos la justicia, rezando para no morir de hambre, algunos de ellos observando por primera vez una ciudad. El gobierno de Álvaro Uribe Vélez creó un programa llamado justicia y paz, donde los grupos armados ilegales del país tienen la oportunidad de desmovilizarse siempre y cuando contaran todo lo ocurrido mientras ejercieron en el curso de la guerra, estos reinsertados tienen que comparecer  ante la ley y decir donde están las fosas de los parecidos, aclarar la verdad de los sucedido, quienes son sus financiadores, cuáles son sus conexiones políticas, dónde está su dinero y lo más importante, reparar a sus víctimas.
Un desplazado por la violencia en Colombia (víctima) recibe un 75% de dinero que un reinsertado de algún grupo armado (victimario) además, este dinero solo lo pueden recibir  tres meses, mientras a los victimarios les dan 24. El estado le adjudica viviendas a los reinsertados, la mayoría de desplazados viven mínimo un mes en las calles de la ciudad antes de encontrar un lugar dónde vivir. Es magnífico que el estado le brinde la oportunidad al reinsertado de incorporarse nuevamente a la vida civil por medio de tratamientos psicológicos, terapias físicas y actividades que conlleven a la generación de empleo, lo increíble es que no se equitativo con las necesidades de las víctimas, para ellos no hay recuperación psicológica, ni física, mucho menos la devolución de sus tierras y su dignidad.
Los paramilitares se dividieron, unos continúan delinquiendo, otros fueron asesinados y la mayoría se encuentras en cárceles de los Estados Unidos de Norteamérica a donde fueron llevados una noche sin autorización del congreso de la república y donde la verdad se perderá por muchos años más. Unos cuantos guerrilleros se han desmovilizado.

Bus Urbano.

Una mujer baja del bus por la puerta de atrás y antes de que esta cierre un hombre adulto de unos 40 o 45 años de edad entra sin pagar su pasaje, no se le ve nada para vender, esta vez sólo será su palabra; acento costeño, piel morena, pelo chuto, labio grueso y nariz ancha, lleva una cabuya amarrada como cinturón, pantalón crema y camisa blanca impregnadas de mugre, zapatos rotos que prevén una historia difícil.
-Buenos días, dice el hombre a unos 20 pasajeros.
-buenos días contestan cinco
Mi nombre es Uriel gallego, nací en buenaventura, pero desde niño vivo en una vereda en la vía que de Cali conduce al mar, siempre me gustaron los caballos, a muy temprana edad ya los montaba y domaba, trabajé en una finca de un señor de Cali, el patrón me estimaba por que me vio crecer. Después de unos años mi habilidad para domesticar y cuidar de los animales me trajo mucho trabajo; los caballos los llevaban finqueros, hacendados, políticos, policías, Hasta Narcos!, y díganme ustedes si saben, cómo decirles que no a esa gente. En la zona siempre existió la presencia guerrillera, fueron rumores para mi hasta el día que llegaron a mi casa, traían consigo  las demás personas de la vereda, eran unos cincuenta entre hombres, mujeres y niños fuertemente armados, la mujer que dirigía la operación ordenó reunir a la gente en gran círculo y se dirigió hacia nosotros en un tono grosero, nos dijo que nos mataría por ser colaboradores de la policía y los paras, nos defendimos diciendo la verdad, campesinos y trabajadores humildes que nada teníamos que ver con la guerra!, ella no lo creyó, se enfureció y empezó a matar a los caballos, luego siguió diciendo que nosotros entrenábamos caballos a los paras y policías.
Mujeres y niños lloraban en el mismo instante en que la mujer iba cogiendo uno por uno a ocho hombres incluido yo, nos hizo desnudar y entre varios hombres nos cogieron de piernas y brazos estirándonos fuertemente, la mujer agarró un machete y ella misma nos cercenó los genitales, cinco murieron de inmediato, tres llegamos al hospital vivos y sobrevivimos, poco después los otros dos se suicidaron.
Fuimos desplazados y llegamos a Cali. Le puse una demanda a esa mujer, pero resulta que ella se reinsertó, le dieron dinero, casa, va por toda Colombia y el mundo hablando de paz. Busqué a un policía que era cliente y no me ayudó, me dijo que no siguiera jodiendo con demandas ni nada porque si no me silenciaban, sugirió que me marchara a la ciudad. He llegado a la capital en busca de carearme con esa mujer y exigir que me reparen, aunque ya nada es como antes, o qué hombre puede sentirse como tal, cuando ni si quiera puede hacerle el amor a su mujer y tiene que orinar por una manguera, esa mujer tiene como apodo KARINA y hoy nada puedo hacer por mi familia, si no me creen les mostraré las cicatrices de mis heridas, las heridas de la guerra, apenas dijo eso, una mujer muy bien vestida y perfumada con una expresión de repugnancia se paró de su silla, “Señora” no se baje, no le de asco que todos los hombres somos iguales y tenemos lo mismo, además este es un país libre de expresión, se bajó los pantalones, algunos miraron, la mayoría no, se los subió y pidió ayuda, alguien que le diera trabajo o un lugar donde vivir a sus hijos, alguien que por lo menos los adoptara mientras él conseguía una mejor calidad de vida, un abogado que le ayudara a defender sus derechos, un ser humano con clemencia que no lo dejara volcar en la demencia, recibió algunas monedas, los pasajeros inmóviles y pensativos no tuvieron siquiera coraje para darle ánimo, el silencio sucumbió mientras ese hombre moreno bajaba resignado del bus donde tal vez en el próximo corra mejor suerte. 


Dedicado a la #SeñoraJusticia que al parecer 
siempre está de vacaciones...

@BetsyMJAPC

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